Este mes el faro que ilumina nuestras prácticas y encuentros es conectar con el cuerpo, para desde allí conectar con nuestro presente. Nuestra experiencia de vida se da en nuestro cuerpo.
El cuerpo es el lienzo, la herramienta, la hoja de ruta, es el objetivo principal de todo trabajo profundo de autoconocimiento. El cuerpo siempre esta en el presente, es el único tiempo que habita. Y es desde nuestro cuerpo que podemos acceder a saberes propios que en muchas ocasiones nos resultan desconocidos.
Durante este mes por distintos caminos vamos a conectar con nuestro cuerpo, primero sintiéndolo tal y como esta, después a través de la maravillosa herramienta que todos poseemos: nuestra respiración; observando nuestros niveles de energías y practicando la meditación compasiva y silenciosa.
Algunos senderos que tomaremos:
Recorrer nuestro cuerpo despertando en el sentido de la interocepción para reconocer que sentimos desde dentro hacia afuera será nuestro primer anclaje a la practica.
Sentir a nuestra respiración siempre de modo que pueda brindarnos información de cómo estamos y sobre todo de cómo se encuentra nuestro sistema nervioso, - en calma, en alerta, vigilia - para aprender a poder auto-regularnos .
Vivenciar la presencia de nuestras energías: tamásicas, sátvicas y rajádicas, también reconocidas como pereza, cansancio, estabilidad, equilibrio, fuerza, voluntad, todas presentes y fluctuantes tanto en la práctica como en la vida.
Este contacto con los cambios de nuestra energía nos permite reconocer el valor del movimiento constante de la vida.
Conectar con el presente es conectar con la vida, porque es en el presente donde la vida sucede.
Te invito a que juntos exploremos esta conexión en el mat.
Con todo mi cariño
Pía